Displaying items by tag: peligros
A que tener cuidado

El mundo de la auto-publicación o self-publishing tiene un gran número de clientes potenciales, por lo que muchas veces las editoriales están dispuestas a cualquier cosa para monopolizar el sector, en muchas ocasiones publicitándose con medias verdades.
A simple vista, parece tratarse de un negocio muy sencillo: el autor prepara el texto y la tapa; el editor lo imprime y lo envía al autor y el juego se acaba. Sin embargo, hay muchos pequeños detalles a tener en cuenta.
Claridad
Cualquier editor utiliza su página web para hacer propaganda, para enumerar sus virtudes poniendo de relieve las cualidades que lo distinguen de su competencia. Tienden a esconder el lado negativo de sus ofertas, tal y como hacen muchas empresas de otros sectores. Sin embargo, todo el mundo tiene sus puntos negativos; si existiese la editorial perfecta las otras ya habrían quebrado.
¿A qué aspectos debe prestar atención un autor que quiere publicar su obra?
Nuestra primera recomendación es muy sencilla: navegar un poco en Internet para encontrar los comentarios de otros autores que ya ha vivido la experiencia de la auto-publicación y echar un vistazo a las páginas web oficiales de las editoriales que ofrecen este servicio, para valorar su oferta en función de ciertos los elementos clave.
Una de las cosas más importantes de una página web es su claridad, pues la transparencia es casi siempre sinónimo seriedad. La mayoría de veces, si algo no está escrito es porque no conviene que lo esté, y, en ese sentido, si una editorial no explica claramente su funcionamiento, es conveniente buscar alternativas.
Un autor debe prestar especial atención a las cláusulas del contrato, porque pueden marcar la diferencia. Conviene recordar siempre que, si el contrato no está disponible en la Web, hay que desconfiar.
Pruebas de edición
El segundo punto a tener en cuenta son las llamadas pruebas de edición, es decir, cuando el editor envía la obra con los cambios solicitados por el autor y solicitando su autorización para imprimir. El autor puede dar su autorización o solicitar cambios adicionales (esto se denomina “vuelta”). Se trata de una etapa que, si no se lleva a cabo de manera eficaz, supone una gran pérdida de tiempo para ambas partes y resulta especialmente costosa para el editor, porque cada vez que se solicita un cambio adicional, el tiempo de espera del autor aumenta y el editor tiene que trabajar más sin cobrar extra por ello. Es por ello que muchas veces se pone un límite a las pruebas gratuitas, con el fin desincentivar el que la obra esté danzando de un lado a otro durante meses.
Generalmente, las dos primeras vueltas son gratuitas, el resto suelen ser de pago. El autor debería informarse bien acerca del número de pruebas de que dispone y el precio de cada una, ya que no deberían superar los 15 euros.
Código ISBN
La asignación del código ISBN supone un coste para la editorial, que puede elegir si afrontar dicho coste o que sea el cliente quien se haga cargo del mismo. Cuando se ofrece de forma gratuita significa que el editor está compensando el gasto cobrando por otros servicios. La editorial no es una ong y su fin es lucrarse con los distintos servicios que ofrece (que variarán de una editorial a otra). Esto es algo que el autor ha de tener en mente a la hora de decidirse por una editorial u otra.
Un precio razonable por los dos códigos ISBN (uno para el libro y el otro para el e-book) estaría alrededor de 30 €. El servicio no se limita a hecho de comprar el código y ponerlo en el libro, la obra tiene que registrarse en el catálogo nacional, distribuirla al máximo número de negocios online posible, etc. Libroventura ofrece ambos códigos por 25 €, IVA incluido (y a veces cuenta con descuentos especiales).
Depósito legal
Generalmente, las editoriales que regalan el código ISBN, cobran por el servicio del depósito legal. Bajo mi punto de vista, es más conveniente pagar el ISBN que el depósito, porque este último puede ser más complicado de realizar y, por lo tanto, suele implicar un mayor coste. Para el depósito legal hay que imprimir entre dos y cuatro copias adicionales, confeccionar un paquete y enviarlo a las bibliotecas nacionales, por lo que supone un coste importante. Lo que intentan hacer las editoriales es publicar muchos libros y enviar un único paquete para ahorrar en gastos de envío.
Cada texto publicado, según una ley incómoda, tiene que estar a disposición del estado no en una sola biblioteca nacional, sino nada menos que en cuatro. Esto supone una pérdida de dinero para las editoriales.
Es decir, que cuando una editorial se encarga de llevar a cabo el depósito legal, es un punto a su favor.
Precios
No todas las editoriales trabajan de la misma manera, pero todas cobran un coste de impresión por las copias que el cliente desea, siendo libre dicho cliente de venderlas con posterioridad al precio que estime justo. Dicho coste de impresión incluye un margen de ganancia para el editor, que puede variar en función de su política comercial. Imprimir la misma cantidad de copias de un mismo libro puede costar más en un self-publishing que en otro, no porque usen diferentes tipografías o elijan una mayor calidad, sino porque se haya fijado un porcentaje de beneficio mayor.
Además del precio de impresión hay que tener en cuenta el precio mínimo de venta, es decir, el precio por debajo del cual no es posible vender un libro. El editor tiene que cubrir los gastos de distribución y también obtener un mínimo de beneficio. Además de las copias iniciales, que son propiedad del autor, el público tiene la posibilidad de adquirir el libro en una librería, física o virtual. En ese momento la editorial se encarga de imprimir las copias necesarias. El 4 % del coste de venta va a Hacienda en forma de impuesto, el 30 % a las librerías por vender el libro, el 20 % al autor como royalty; queda pues el 46 %, que hay que repartir entre el coste de impresión y el beneficio del editor. Si la impresión supone un coste del 33 % del coste final de la obra, el editor gana aproximadamente el 13 % (más la pequeña parte que gana por cada copia vendida al autor).
Desgraciadamente, el coste de impresión no es una variable que pueda ser determinada a posteriori, sino que ha de establecerse en el momento inicial. Así pues, si tiene que ser el 33 % del coste total, es lógico que el coste final tenga que ser al menos el triple del coste de impresión, no pudiendo ser vendido por menos (en algunas ocasiones sí es posible, pero sólo en detrimento de la royalty del autor).
Cuanto mayor sea el beneficio obtenido por las editoriales sobre el coste de impresión de las copias entregadas al autor, menos dificultad tendrán a la hora de fijar un coste de venta más bajo, porque ya ganan bastante con el autor.
Derechos de autor
Es importante que el Autor conserve sus derechos autor, que no deberían perderse en favor de la editorial, de forma que si el día de mañana el libro tuviese éxito y una editorial importante hiciese al autor una propuesta económica interesante, éste sea libre de aceptarla, sin necesidad de rendir cuentas al editor de self-publishing con el que haya colaborado o esté colaborando y sin tener que indemnizarle en modo alguno.
Hay que controlar bien este tema, porque es el alma de la auto-publicación. Desgraciadamente no todos los editores lo hacen, y hay que tener mucho cuidado. Mi consejo es estudiar bien el contrato y si no está escrito claramente es porque no será tan simple interrumpir la colaboración con dicha editorial en un futuro.
Duración del contrato
El contrato puede tener una duración determinada o ser por tiempo indefinido.
Generalmente la renovación es automática, por lo que lo importante no es tanto la duración, sino las condiciones de baja del servicio.
Algunas editoriales aplican cuotas de baja, en cuyo caso hay que informarse sobre la fecha de caducidad natural del contrato, para no tener que pagar nada. Otros editores no hacen pagar nada y el servicio puede interrumpirse cuando el Autor lo desee. La modalidad más rápida y económica para darse de baja es escribir un correo electrónico o rellenar un formulario. Si los editores no aceptan estos formatos, hay que enviar un correo postal certificado o incluso un burofax con acuse de recibo y certificado de texto, lo que puede llegar a ser bastante costoso (más de 20 euros), por lo que al final este tema también influye a la hora de decidir qué editorial merece más la pena contratar.
¡Feliz self publishing!